domingo, 5 de abril de 2009

La nueva realidad de los diabéticos en Chile

En 2010 se estima que habrá 300 millones de diabéticos en el mundo, y Chile no escapa a esta realidad. Un estudio realizado en conjunto por el hospital San Juan de Dios, la Universidad de Chile y el Inta alerta sobre el tema, estableciendo además un mapa geográfico y demográfico de la enfermedad: las comunas de Lo Barnechea, Providencia y La Reina poseen las más altas incidencias de diabetes tipo 1 en Santiago, y los pueblos mapuche y aymará prácticamente no la han desarrollado.

Por Natalia Núñez. Fotografías: Claudio Vera.

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La enfermedad y sus síntomas

LA CUMBRE MUNDIAL de nutrición que se desarrolló en Chile en el Congreso hace un mes llegó a la conclusión de que la diabetes está aumentando sin control y que los sistemas de salud no están preparados para lo que viene. Se estima que para 2010 habrá 300 millones de diabéticos en todo el mundo.

Las razones del aumento, específicamente en la diabetes tipo 2, tienen relación con el estilo de vida de los países más desarrollados: sedentarismo, obesidad, alta ingesta de grasas saturadas y poca afición por el deporte. Respecto a la diabetes tipo 1, hasta el día de hoy se desconocen las causas de su aumento.

La diabetes mellitus es una enfermedad en la que los niveles de azúcar en la sangre (glicemia) están altos. Existe diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2, dos dolencias totalmente diferentes tanto en origen como en tratamiento. Así lo explica la especialista en endocrinología y diabetes infantil Ethel Codner, de la Universidad de Chile: "En la diabetes tipo 1 se destruyen las células beta del páncreas que secretan insulina, la hormona encargada de que los nutrientes entren a las células y se absorban de manera correcta. El organismo se queda sin insulina y la única forma de vivir es suministrándola desde fuera. En cambio, la diabetes tipo 2, que es mucho más frecuente, se produce porque la persona sí secreta insulina, pero no en la cantidad necesaria para regular su glicemia. Entonces, en este caso, tenemos una persona generalmente con sobrepeso que necesita mucha insulina, pero que tiene un páncreas que no es capaz de generarlo. Esas personas se tratan con dieta, ejercicio, baja de peso y pastillas orales".

Muchas veces la diabetes no tiene síntomas, pero existen señales para estar alerta:

Si siente sueño y cansancio permanente.

Si tiene hambre constantemente.

Si orina más de lo normal.

Si siempre está con mucha sed.

Si sufre de calambres, hormigueo, adormecimiento.

Si tiene heridas que cuesta cicatrizar.

Si padece alguna disfunción sexual.

Si su visión está borrosa.

Si presenta lesiones cutáneas en la zona genital. Si frecuentemente tiene infecciones vaginales y urinarias.

Si experimenta pérdida de peso sin razón.

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La amplia gama del mercado

PARA LOS LABORATORIOS internacionales, Chile es un país donde suelen testear productos nuevos por ser un mercado pequeño. Desde lápices que inyectan insulina hasta máquinas diminutas que miden la glicemia. Hace tres semanas se lanzó el Accu–Chek Performa ($17.000), un equipo portátil que entrega resultados del nivel de azúcar en la sangre en cinco segundos, sin dolor. "Antes casi había que ordeñar el dedo para obtener la sangre necesaria. Ahora basta con 0.6 microlitros para saber el nivel de glicemia", cuenta Marcelo González, de la Fundación de Diabetes Juvenil.

Eso no es todo. En nuestro país hay restaurantes que incluyen en su oferta un menú permanente para diabéticos, como es el caso del local de Raúl Correa y familia; hay chocolaterías que han desarrollado una completa línea de productos para diabéticos como EntreLagos; pastelerías que incluyen alternativas sin azúcar, tales como Mozart y Coppelia, y supermercados como el Jumbo que ya tienen su propio pasillo con productos para diabéticos. Aspe es una pequeña empresa que acaba de incorporarse al mercado de la diabetes, con galletas integrales de distintos sabores, como chocolate y almendras. Esta misma marca tiene gomitas y otras golosinas hechas en España.

La lista sigue y es larga. Por ejemplo, ya hay zapatos (una de las marcas existentes en Chile es Diabetic Shoe) e incluso calcetines para diabéticos. "Son especiales porque no tienen costuras, están hechos de una composición de lycra, nylon y acrílico que evita la transpiración excesiva del pie y permite su respiración, generando menos daño en esa zona que puede llegar a ser un problema cuando se van generando heridas", dice Fernando Sáez, de Laboratorio Roche. Esta misma empresa ha desarrollado una agenda para diabéticos y un álbum con láminas para enseñarles a los más pequeños cómo deben aprender a cuidarse.

Pero una de las últimas novedades para diabéticos nació en un laboratorio hace un tiempo. Se llama sucralosa, un compuesto químico que funciona como un reemplazante del azúcar. En nuestro país Regimel es la marca de productos hechos con sucralosa que recomienda el Colegio de Nutricionistas de Chile. Tiene mermeladas, frutas, postres, jugos, verduras, cacao y hasta ketchup sin azúcar. "La sucralosa es una modificación de la sacarosa. Ésta se altera, bajando a una caloría por gramo. Como tiene mucho dulzor esa molécula, se usan miligramos que contienen cero caloría. En Chile está presente tanto en tabletas como en productos", dice Elena Carrasco, nutricionista que lleva más de veinte años estudiando la enfermedad.

3 Los últimos descubrimientos

UN HALLAZGO RECIENTE se relaciona con nuevas partes del cuerpo afectadas. En los últimos años se ha descubierto que la diabetes tipo 1 no sólo compromete los órganos que se conocían como clásico talón de Aquiles de un diabético (los ojos, el riñón y las extremidades), sino que además hay otros que se ven dañados. "Hemos estudiado que las mujeres con diabetes tipo 1, por usar insulina y tener glicemia alta, ven dañados sus ovarios y pueden tener, a veces, dificultades en fertilidad; tienen problemas de hiperandroginismo (salida de vello y acné); sufren menopausia más temprana (a principio de los 40 años); y los huesos pueden verse más afectados por osteoporosis", explica la doctora y diabetóloga del Hospital San Borja Arriarán, Ethel Codner. Además, algunos estudios han revelado que la diabetes puede afectar la función del tejido miocardio.

Pero no todo son malas noticias. Hace un año aparecieron drogas nuevas que prometen beneficiar a los diabéticos tipo 2. "Estos medicamentos, llamados incretinas, son una famlia de proteínas que nosotros mismos fabricamos en el intestino, que disminuyen la glicemia y además protegen el páncreas de su deterioro. Una de estas incretinas se llama Exenatide, es inyectable y tiene la ventaja de que no sólo controla la glicemia y cuida al páncreas, sino que también disminuye el peso. Bajo el mismo concepto, ha aparecido una tableta que controla la diabetes, pero no baja de peso, llamada Sitagliptina", explica el diabetólogo de la UC Felipe Pollak. De ésas, la alternativa inyectable ha tenido aceptación y vale unos 50 mil pesos el tratamiento mensual. "La incretina y otras drogas llamadas glitazonas han demostrado proteger al páncreas, pero sigue siendo más exitoso aliviar al páncreas bajando de peso".

En cuanto a revelaciones, gracias a un estudio realizado por la nutricionista Elena Carrasco con datos del Ministerio de Salud, actualizado al año 2006, se conoció la importancia del factor protector indígena en el desarrollo de esta enfermedad: los mapuches y aymarás casi no desarrollan diabetes tipo 1. "Es una cuestión genética", dice Carrasco.

Ese mismo análisis reveló que las comunas más acomodadas de Santiago tales como Lo Barnechea, Providencia, La Reina, Las Condes y Vitacura presentan mayor incidencia de diabetes tipo 1 que el resto. Si en Lo Barnechea posee una incidencia de 19,9 casos por cada cien mil habitantes menores de 15 años, en Quilicura, es de 2.03. ¿Explicaciones? "Primero, esos sectores casi no tienen población de origen mapuche, predominando más lo caucásico; segundo, son sectores en que los niños viven más protegidos en términos de higiene, y están menos expuestos a bacterias y virus y por tanto desarrollan menos inmunidad. En el desarrollo de la diabetes tipo 1, algunos virus, que a primera vista parecen inocentes, pueden llegar a destruir el páncreas", señala Carrasco.

Pese a que hay avances, también hay fracasos. Hace unos meses se anunció la llegada de la insulina inhalable, pero los efectos secundarios llegaron. Los laboratorios norteamericanos Pfizer y Nektar Therapeutics revelaron hace una semana que entre los pacientes que consumían la insulina para inhalar aumentó el cáncer de pulmón: de 4.720 pacientes, seis desarrollaron cáncer. Otra solución sin éxito fue el trasplante de páncreas: exigía tomar inmuno supresores de por vida, que suben la glicemia.

Los urgentes desafíos: enfoque global

EN ESTADOS UNIDOS ya hay colegios que cuentan con personal capacitado para tratar a los alumnos con diabetes tipo 1. Porque una de las consecuencias inevitables de este mal es el aislamiento social. Se cree que un niño con diabetes no puede ir a un cumpleaños. Se piensa que no puede tener una vida normal. Falso. Todos los especialistas concuerdan en que el desenvolvimiento e integración de un niño radica en la educación que se le entregue. Asimismo, existe consenso en que la clave en el caso de la diabetes tipo 2 está en la prevención, y ahí el Estado debe inyectar recursos.

Por otra parte, los diabetólogos han concluido que el problema de la diabetes debe atacarse de manera global. Así lo resume Elena Carrasco, del hospital San Juan de Dios y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile: "Tiene que ser enfocado y abordado desde todos los flancos. Sernac debe fiscalizar el correcto rotulado de los envases de los alimentos para saber qué estamos comiendo; el grupo de empresarios tiene que empezar a preocuparse por lograr que los impuestos a los productos saludables sean menores, ¿por qué son más caros que el resto?; el subsecretario de Educación ya anunció que hay varios colegios con seis horas de educación física a la semana en vez de dos. Entonces, hay que abordarlo no sólo desde la salud. Porque ¿qué sacas con educar en un consultorio si después aparece en la televisión un niñito comiéndose una hamburguesa? Nada".

Lo que dicen las cifras

EN CHILE se estima que existen 850 mil diabéticos, de los cuales el 90% corresponde a enfermos de diabetes tipo 2 y el 10% a diabetes tipo 1.

3 MILLONES de pesos cuesta tener una bomba que monitorea los niveles de insulina en el cuerpo.

EN NUESTRO PAÍS existen dos entidades que agrupan a diabéticos: Fundación de Diabetes Juvenil y Asociación de Diabéticos de Chile.

LA ORGANIZACIÓN Mundial de la Salud ha decretado consagrar días especiales para el sida y la diabetes (14 de noviembre). Este año se dedicará a la diabetes infantil.

EL 80% de los diabéticos tipo 2 desarrolla síndrome metabólico, una patología que implica ser obeso abdominal y tener resistencia a la insulina.

EN CHILE, en el año 2025 más del 18% de los chilenos tendrá más de 60 años, lo que significa que el 15% será diabético y el 35% tendrá intolerancia a la glucosa, el nivel previo a desarrollar la enfermedad.

HACE 30 AÑOS un equipo para calcular glicemia medía 30 cm de ancho por 15 de alto. Hoy es del porte de una caja de fósforos.

SE ESTIMA que un 10% de los diabéticos tipo 2 se inyecta insulina recién diagnosticados. Los del tipo 1, el 100%.

UNA PERSONA con antecedentes de diabetes tipo 2 puede llegar a disminuir en un 60% la posibilidad de desarrollar la enfermedad si lleva una dieta saludable baja en grasas saturadas y alta en fibras, realiza 150 minutos de ejercicio a la semana, y reduce su peso en un 7%.


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La cantidad de azúcar que puede ingerir un paciente diabético se ve caso a caso. Mientras uno podría comer 5 cubitos como éstos y no sufrir ninguna alteración, para otro puede ser letal comer sólo uno.
Foto:Claudio Vera

Bibliografía: http://diario.elmercurio.cl/detalle/index.asp?id={0b27c010-ab59-4ab8-981d-651a49bbc444}

Grupo: 11

Integrantes: Fernanda Abalo

Constanza calatroni

Francisca Astorga

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