jueves, 23 de abril de 2009

El chocolate no siempre fue tan dulce

Todos los días, apenas llega al trabajo, Juan Liempe degusta un pequeño bombón de chocolate. Acto seguido, se pone manos a la obra: fabricarlos.

Liempe es el maestro chocolatero de Damien Mercier, tienda especializada en bombones belgas. Lleva 10 años fundiendo chocolate, llevándolo a la temperatura exacta para moldearlo y creando nuevos rellenos. Es su arte. "Cuando salgo de vacaciones echo de menos el chocolate", confiesa.

Juan partió como panadero y pastelero. Allí conoció a Mercier, que luego lo llevó a su fábrica y le enseñó los secretos de la técnica. Hoy está a cargo de siete meticulosas mujeres que rellenan, desmoldan, seleccionan y embuten cada bombón en sus papelitos.

Liempe asegura que se necesitan tres meses de entrenamiento para poder poner las manos en el chocolate, y para llegar a ser maestro chocolatero dice, entre risas, que se necesita "mucho tiempo".

Los belgas inventaron la idea de hacer carcasas de chocolate para rellenar. Esa es sólo la mitad del camino que recorrió el cacao hasta convertirse en los huevitos de hoy.

En 2002, arqueólogos encontraron en Belice jarros y platos de 2.600 años de antigüedad, con huellas de cacao. Es el registro más antiguo del chocolate caliente.

No se sabe cómo, pero los mayas descubrieron las bondades del cacao a principios de nuestra era. Plantaban las semillas en sus jardines y con ellas preparaban un brebaje mezclado con ají, harina de maíz, agua y especias, lo hervían hasta conseguir una espuma densa. Ese líquido picante estaba reservado para los dioses, sus reyes y sacerdotes. El pueblo sólo lo bebía una vez en la vida. La vaina del cacao era el recipiente que recibía la sangre de los sacrificios.

Mientras los aztecas, lejos de los cultivos, conseguían los granos como tributo de los pueblos conquistados. Así las semillas se convirtieron en moneda; un esclavo, por ejemplo, costaba 100 granos. Se ha encontrado cacao falsificado.

Cristóbal Colón fue el primero en probar la bebida; no le gustó. En 1520, Hernán Cortés opinó distinto. Moctezuma le ofreció un banquete con chocolate. Aunque Cortés y compañía la consideraron una bebida "amarga y para cerdos", el conquistador vio que las arcas reales rebosaban de semillas. El mismo Moctezuma bebía chocolate ¡50 veces al día!

Cortés envió 3 cofres con granos a Carlos V con una nota: "Mejora la resistencia y combate la fatiga".

Así llegó el chocolate a Europa. Londres tuvo su primera casa de chocolate en 1657, pero su alto precio lo hizo vedado para las masas. Como lo merece tan sofisticado brebaje, se creó porcelana y platería exclusiva para él, y en Francia adquirió la fama de afrodisíaco; Luis XIV lo tomaba.

El rey prusiano Federico III lo prohibió, mientras que la Iglesia no lo consideró nocivo.

En 1828, el holandés Conrad van Houten inventó una prensa hidráulica para extraer la grasa de los granos y crear mantequilla de cocoa. El precio de producción bajó, y así nació el chocolate sólido que disfrutamos hoy.

En 1879, en Suiza, Daniel Peters usó por primera vez la leche en polvo; creó el chocolate con leche.

Tradición de Pascua

Para muchas culturas a través de la historia el huevo ha significado vida y resurrección. Durante la Edad Media se intercambiaban, por ejemplo, huevos de tortuga.

Más adelante, la Iglesia Católica prohibió el consumo de huevos durante la Cuaresma. La veda terminaba el Domingo de Resurrección. Ese día, la gente regalaba huevos frescos pintados con vistosos colores. Con la masificación del chocolate, se comenzaron a vaciar huevos de gallina y a rellenar con la pasta café. Finalmente, fueron las grandes industrias las que introdujeron los huevitos de chocolate.


El lado bueno y el lado malo

Razones para comer chocolate hay muchas, pero ninguna mejor que hacerlo por salud.

Además de aportar vitaminas y ácido fólico, "el chocolate de buena calidad -con alto contenido de cacao- es un buen alimento, por tener propiedades antioxidantes y nutritivas. También es precursor de un neurotransmisor que actúa en el cerebro y proporciona tranquilidad y sensación de bienestar, siempre y cuando sea consumido en cantidades moderadas", dice Yael Groisman, nutricionista de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor.

El aporte en antioxidantes, polifenoles y flavonoides tiene un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, agrega la doctora Mónica Manrique, directora de la Asociación Chilena de Nutrición Clínica.

Un estudio de 2007 de la U. de Zurich concluyó que el chocolate negro puede neutralizar el endurecimiento de las arterias en fumadores y evitarles problemas cardíacos graves. A nivel estético, hay quienes promueven los baños de chocolate, ya que tienen el efecto de mantener la piel humectada, tersa y dulce...

Pero como el bitter, el chocolate tiene su lado amargo: puede gatillar reacciones alérgicas y herpes; puede ser peligroso si se mezcla con ciertos antidepresivos; está contraindicado en personas que padecen cefaleas, así como para aquellas con cálculos en la vesícula.

Día de visita: Viernes 17 de Abril
http://diario.elmercurio.com/2009/04/12/vida_y_salud/sociedad/noticias/4E803A6B-C52F-454A-B192-66589582571F.htm?id={4E803A6B-C52F-454A-B192-
Grupo14: Luciana Matos, Pablo Machuca, Camila Awad y Macarena Estevez

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