Una dieta equilibrada, que incluya al menos cinco raciones diarias de frutas y verduras al día, debería cubrir todos los requerimientos de vitaminas y minerales que necesita un adulto mayor.
Sin embargo, es común observar que algunos mayores comienzan a llevar una dieta selectiva restringiendo algunos alimentos, ya sea porque les pierden el gusto, por seguir una dieta, por razones mecánicas, como la dificultad para masticar, o por enfermedades.
Este grupo específico, junto con los que ya tienen sobre 80 años, que en muchos casos se exponen muy poco al sol, por lo que no alcanzan a sintetizar la vitamina D -que se activa con la luz solar-, requiere suplementos.
Además, alrededor del 15% de los mayores de 65 no sintetizan bien la vitamina B12, lo que, además de anemia, puede provocar problemas neurológicos periféricos. En esos casos se recomienda el uso de vitaminas inyectables por períodos controlados, pero siempre que estén bajo la supervisión de un médico.
El problema con las vitaminas y los minerales es que su uso es muy corriente, entonces los mayores se empiezan a automedicar por cuenta propia. Este uso indiscriminado puede llevar a intoxicaciones, como ocurre en casos de exceso de vitaminas A, D, E y K, que son liposolubles que se acumulan en la grasa corporal, y no así con las hidrosolubles como las vitaminas del complejo B y la vitamina C, que se eliminan solas con mínimo riesgo de intoxicación.
En otros casos también pueden interferir con los medicamentos, como ocurre con la vitamina E en pacientes que consumen anticoagulantes como la Warfarina. Esa interacción potencia la acción del fármaco, con el consiguiente riesgo de hemorragias.
El exceso de fierro también puede provocar constipación, mientras que el uso inapropiado de potasio se relaciona con arritmias.
Sin embargo, hay numerosos hábitos que fomentan la absorción natural de estos nutrientes, como consumir jugos de fruta y cocer las verduras verdes a punto, ya que el exceso de cocción inactiva el aporte vitamínico.
También es recomendable reutilizar en sopas o caldos el agua donde se cocieron las verduras, que concentra las vitaminas y minerales.
En esta época sáqueles partido a las frutas y verduras de la estación, consumiéndolas en forma variada, incluyendo alimentos de todos los tipos y colores.
Mientras que con el sodio, la recomendación es moderar su uso a menos de 4 gramos de sal al día.
El exceso de cocción de las verduras inactiva el aporte vitamínico.
Grupo 12 :
Belén Canessa
Maria Paz Ocharan
Daniela Romero
Fuente: http://blogs.elmercurio.com/
27/04/2009
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