Un cambio en la dieta podría impedir o volver al revés las pérdidas funcionales en el poder del cerebro que ocurren con el envejecimiento, si los humanos reaccionan a la dieta en la misma manera que los ratones.
Esto es según los resultados de un estudio realizado por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS), en el cual los ratones "ancianos" que comieron una dieta con niveles altos de antioxidantes—por un período equivalente a 10 años en la vida humana—demostraron un cambio para atrás en los déficits en funciones neuronales y cognitivas relacionados con el envejecimiento. La función cognitiva involucra la capacidad de utilizar información para satisfacer las demandas de la vida diaria.
El neurocientífico James Joseph, la psicóloga Barbara Shukitt-Hale y el biólogo molecular Francis Lau describieron el estudio y otros en un resumen en la revista 'Neurobiology of Aging' (Neurobiología del Envejecimiento).
Los científicos trabajan en el Centro Jean Mayer de Investigación de Nutrición Humana sobre el Envejecimiento (HNRCA por sus siglas en inglés), mantenido por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés) en Boston, Massachusetts. Joseph es líder del Laboratorio de Neurociencia, parte del HNRCA. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del USDA.
En un estudio, tres grupos de ratones—con una edad equivalente a 63 años en la vida humana—consumieron una dieta que incluyó extractos de espinaca, fresa o arándano. Otro grupo de ratones recibió una dieta estándar sin los extractos adicionales. Cuando los ratones llegaron a una edad equivalente a 73 años en la vida humana, los científicos midieron sus capacidades en diversas funciones.
Los ratones que recibieron el extracto de arándano funcionaron mejor que otros ratones en pruebas de equilibrio y coordinación. Exámenes adicionales de los ratones que consumieron los arándanos mostraron niveles significativamente más altos de dopamina en el cerebro, comparados con ratones en los otros grupos. La dopamina es uno de varios neurotransmisores químicos que ayudan a los miles de millones de las neuronas del cerebro a comunicarse el uno con el otro.
La dopamina tiene un papel en muchas funciones del cerebro, incluyendo en cómo el cerebro controla el movimiento.
Estudios adicionales con voluntarios humanos se necesitan para evaluar si la dieta podría llevar a mejoramientos similares en los humanos.
Grupo 3
Anette Prudant- Barbara Schmitz
Dana bortnick – María Paz De la Fuente
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