 La nutrición en cada etapa de la vida varía ya que los requerimientos energéticos y de nutrientes se modifican. El alimentarnos adecuadamente desde los primeros años hasta la adultez así como tener un estilo de vida sano ayuda que se reduzcan considerablemente afecciones como enfermedades cardiacas, obesidad, diabetes, cáncer, osteoporosis, hipertensión, etc. Como el cuerpo necesita diversa cantidad de nutrientes para mantenerse saludable tenemos que llevar una dieta variada, sí, comer de todo un poco es la clave. Los vegetales, frutas, carnes blancas y rojas, lácteos, aceites y cereales nunca han de faltar. Siempre hay que repartir los alimentos entre 4 a 6 comidas y nunca reemplazar el almuerzo o la cena por una ingesta de infusión con galletas ya que esto se traduce en una falta de nutrientes imposible de recuperarse con la siguiente comida. Por otro lado el desayuno es la comida más importante del día, repone las energías usadas durante la noche y ayuda a controlar el peso corporal. Este debe contar con infusión, lácteos, miel, cereales y frutas. Se tienen que consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras cada día, de esta forma se garantiza una reducción en las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer, así como mejorar la presión arterial. Estos alimentos son ricos en antioxidantes: las vitaminas C y E, carotenos, flavonoides y fitoestrógenos. |
GRUPO 6
KARLA PÈREZ, CATALINA VALENZUELA A.,CLAUDIA CEREÑO, BELEN ARAYA
http://www.nutricion.pro/08-
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